Ubicada en el Parque Natural de Los Arconocales, en Cádiz, esta inmensa finca es de titularidad pública desde la expropiación de Rumasa en 1983, después de que Ruiz-Mateos la hubiera comprado a los duques de Medinaceli, propietarios de estos parajes desde la Reconquista, en lo que quiso ser una declaración de nuevo señorío del empresario jerezano.