La temperatura en el Parque Nacional de Doñana ha aumentado un grado en los últimos 30 años, una cifra que podría parecer insignificante pero que viene a confirmar el impacto del cambio climático en esta reserva de la biosfera y que, además, facilita la aparición de enfermedades emergentes, como la gripe aviar, que a través de especies procedentes de África llegan al sur de España "y que, en un momento dado, podrían afectar a la salud humana".